XIX ENCUENTROS TE VEO 2017 | PRESENTACIÓN | PROGRAMA | BLOG | GALERÍA FOTOGRAFICA | VÍDEOREPORTAJE
Juan Arjona, director de La Compañía Barataria, se ha mojado en esta entrevista y nos ha contado todo sobre el espectáculo que traen a los Encuentros Te Veo: ¡Al agua pato! Es un espectáculo dirigido a niños de 0 a 5 años que utiliza una rutina universal para los niños, como es el baño, para abrir una puerta mágica a un universo lúdico que compartirán las actrices con los espectadores y será único en cada representación.

Juan Arjona
– La Compañía Barataria trabaja preferentemente para público infantil, pero acabáis de cumplir la mayoría de edad, ¿qué se siente?
– Sentimos que estamos donde queríamos estar. Siempre nos hemos dedicado al mundo de la infancia en nuestras carreras individuales. Como compañía, empezamos a producir espectáculos para la infancia, pero orientados más por las historias que queríamos contar, que por el público. Las historias y los distintos proyectos han ido seleccionando al público. A partir de ¡Al agua pato! nos hemos ido centrando en la infancia.
– ¿Cuáles son los referentes principales de vuestra compañía?
– Nos gustan las historias bien contadas. Basamos todo en qué queremos contar. También nos gusta experimentar con los objetos y a veces son ellos los que cuentan las historias.
– La ínsula Barataria es una utopía, ¿es utópico vivir del teatro para la infancia?
– Le pusimos el nombre a la compañía a raíz de un poema que se llamaba Ilusiones baratarias, que lógicamente hacía referencia a la ínsula de El Quijote. El teatro es algo que no se puede evitar, no te puedes dedicar a él con la cabeza fría, buscando un trabajo estable. Es cierto que hoy la cosa está complicada, pero hay que seguir atendiendo a la necesidad que uno siente.
– Según tu currículum eres autor de literatura infantil, dramaturgo, narrador oral y director de escena, ¿a qué se debe tanta diversidad?
– Son las historias las que me llevan a uno u otro formato. Me gusta contar historias y algunas de ellas satisfacen mi necesidad innata de hacer teatro, bien como dramaturgo o como director.

Natalia Arjona e Inma Pinilla
– Esa perspectiva convertiría al teatro en un juego, una reacción natural ante la necesidad de desarrollar ciertas narraciones.
– En realidad sí. Cuando nos reunimos los componentes de la compañía, nos gusta sentirnos como niños, romper los automatismos que nos da la vida. Lo natural es hacer teatro como lo hacen los niños cuando juegan, sin ideas preconcebidas, inventando nuevos significados dentro de su mundo lúdico. Cuando en el juego los niños se asignas roles e inventan personajes, están haciendo teatro espontáneamente, sin saberlo. Esa es nuestra aspiración: volver a la naturalidad innata de la ceremonia del juego.
– ¿Dirías entonces que los adultos dejan de aprender porque no juegan?
– Una de las cosas que encuentra el niño cuando está jugando es que disfruta, si el adulto supiera lo que puede disfrutar, quizás rompería sus prejuicios y se atrevería a jugar. Hemos olvidado que se puede jugar, que se pueden romper las reglas y crear un universo distinto. El teatro puede ser una forma de reencontrarse con el niño que jugaba.
– En el teatro para bebés, ¿preferís contar la historia o propiciar el argumento con estímulos?
– Nos gusta contar historias. Quizás ¡Al agua pato! es el espectáculo con menos texto de los nuestros, aunque hay un hilo argumental contado con títeres. En él contamos todo lo que el niño podría fabular a la hora del baño. Nos interesan las estructuras del relato, aunque los bebés no los entiendan al completo, no queremos prescindir de la historia.
– El agua es el entorno natural del bebé durante sus primeros nueve meses de crecimiento, sin embargo, muchos bebés no disfrutan del baño, ¿puede este espectáculo reconciliar a padres e hijos con este espacio lúdico tan rutinario?
– Por completo, tanto a los padres como a los niños. Nos encontramos por la calle con padres y todavía nos citan momentos del espectáculo, recuerdan juegos del espectáculo que han representado luego en sus casas. Este espectáculo puede convertir al público en un amante del baño.
– ¿Cuál es la idea original de ¡Al agua pato!?
– ¡Al agua pato! surgió en un momento en el que todos los componentes de la compañía teníamos un bebé cercano (hijos, sobrinos…) y sentíamos la necesidad de contar una historia para bebés. Partimos del agua como elemento básico y decidimos usarla como generador de juegos que forman parte de nuestra cultura y de la relación entre padres e hijos. También quisimos transmitir la idea del respeto por el agua como un elemento esencial de nuestro entorno.

Perdiendo el miedo a la ducha
– ¿Cómo fue, a partir de esa idea, el proceso creativo?
– Sofisticado y cambiante. Empezamos por analizar varios juegos que tuvieran que ver con el agua y la bañera. Leímos mucha literatura infantil sobre este tema. Nos interesaba la transformación de la realidad: trabajar con algo que pudiera ser un exponente de otras muchas cosas. En la bañera encontramos el punto de encuentro con todos los referentes que queríamos utilizar. A partir de ahí recopilamos anécdotas, historias y creamos personajes. Una vez que teníamos una idea base compusimos el equipo artístico y desarrollamos diversas propuestas creativas comunes.
– ¿Por qué escogisteis la música de Daniel González?
– Daniel es un músico local que colabora con muchas agrupaciones musicales. Nos entendemos muy bien con él. Fue un trabajo en equipo. La banda sonora original tiene muchas piezas que son sólo vocales. También hay una parte del espacio sonoro que es una grabación de sonidos de niños y hay un momento del espectáculo que se basa en la percusión corporal. Nos pusimos a jugar con sonidos que hacen los bebés, con sonidos que tienen que ver con el agua y a partir de ahí surgió el espacio sonoro.
– Háblame de la escenografía.
– Nos la hizo Nono Granero, que es muy polifacético: escribe libros para niños, trabaja con títeres o te crea un espacio escénico. Captó nuestra idea del espectáculo enseguida. Nos presentó varios bocetos y fue la primera vez que el boceto definitivo de la escenografía fue fiel al mismo. Nosotros compramos un equipo para poder representarlo en cualquier espacio, queríamos algo sencillo y llamativo a la vez, porque lo hemos hecho mucho en guarderías, por ejemplo, con espacios reducidos.
– En la obra surgen muchos personajes marinos, que también se reflejan en la utilería, ¿cómo llegáis de la bañera al mar?
– A través de la mecánica del juego, una cosa lleva a la otra, una acción lleva a otra y como todo está relacionado con el agua, surgen la piscina, el mar, la posibilidad de bucear…Todo esto apoyado en un diseño de iluminación que, con ayuda de la cortina, difumina el ambiente. Cada elemento de la utilería, al partir de un juego, es una sorpresa para el público que conforma el hilo argumental.
– En diez años habréis acumulado muchas anécdotas con el público.
– Quizás lo más gracioso es lo de los patos de goma. El cartel del espectáculo crea expectativas respecto a ellos, pero los patos no surgen hasta casi el final del mismo y es un momento crucial porque los niños llevan todo el tiempo esperándolo. Cuando lo representamos en guarderías, los bebés forman una especie de palco con sus tronas alrededor del escenario y es muy bonito verlos asomarse, sorprenderse, moverse al ritmo del espectáculo. Despertar el interés en un ser tan pequeño y recibir feedback de sus propios cuerpos es nuestra mayor satisfacción y nos emociona especialmente. Tenemos fans que fueron bebés y ya son adolescentes, y nos recuerdan frases completas del espectáculo.
– ¿Qué significa para vosotros actuar en los Encuentros Te Veo?
– Tenemos muchas ganas de encontrarnos con los demás compañeros. Llevamos poco tiempo en la asociación, pero nos han recibido con mucho cariño. También estamos muy emocionados por el aniversario del estreno de nuestra obra, que cumple diez años justo el día antes de nuestra actuación en Valladolid. Llevamos más de 200 funciones. Haber entrado en la Asociación Te Veo nos interesa mucho porque estamos muy involucrados en distintas asociaciones y nos gusta el trabajo pedagógico en el teatro. Creemos que tenemos muchos puntos en común con los objetivos de la asociación, que asumimos como nuestros.
