XIX ENCUENTROS TE VEO 2017 | PRESENTACIÓN | PROGRAMA | BLOG | GALERÍA FOTOGRAFICA | VÍDEOREPORTAJE
Un año más nos ha acompañado en la inauguración de los Encuentros Te Veo la Fundación Municipal de Cultura de Valladolid, representada por la concejala de cultura Ana María Redondo, que suma al cariño por su ciudad, la admiración hacia nuestro trabajo de alfabetización cultural y análisis de nuevos públicos. Redondo, que destacó la exigencia del público de Valladolid, a la que definió como “ciudad del teatro desde el siglo XVI”, manifestó su entusiasmo por nuestros Encuentros Te Veo, que cada año reúnen en esta ciudad a cientos de profesionales del teatro para la infancia y nos retó a programar algo muy especial para la próxima edición, puesto que no todos los días se cumplen 20 años.

Ana Gallego, Ana Mª Redondo y Pepa Muriel
Tras su intervención, Pepa Muriel, nuestra presidenta, nos dio la bienvenida a estos Jóvenes Encuentros regalándonos un poema de Mario Benedetti dirigido a los jóvenes que lanza un desafío directo: “recuperar el habla y la utopía”. Con este halo poético arrancaron nuestros Jóvenes Encuentros.
Este año hemos querido dedicar nuestros Encuentros Te Veo a los jóvenes, mirar con sus ojos, indagar en sus necesidades como público y como creadores, profundizar en sus gustos, descubrir sus múltiples realidades y cómo estas se reflejan en su quehacer artístico, rescatarlos del limbo en el que a veces quedan atrapados, entre el público infantil y el adulto, hacerlos protagonistas. Para ello, reunimos en nuestra inauguración a dos grandes mujeres que trabajan a diario con jóvenes en la escena: Nina Reglero, directora artística de La Nave del teatro Calderón y Lucía Miranda, directora de Cross Border Project.

Lucía Miranda, Pepa Muriel, Nina Reglero y Ana Gallego
Nina y Lucía nos regalaron un diálogo sobre los jóvenes y el arte, compartieron con nosotros su experiencia como profesionales en la materia y nos desvelaron cómo son las primeras citas entre las artes escénicas y los jóvenes, que no siempre ocurren en grandes salas de teatro, sino en talleres, charlas, encuentros, iniciativas culturales, que sirven para sembrar la semilla del teatro y germinan posteriormente en proyectos como La Nave del Calderón o La fábrica de harinas de Rioseco.
Ambas directoras reconocieron la importancia de conseguir acercar las artes escénicas a los jóvenes, que tanto las necesitan, no sólo como público, sino como creadores. Según Lucía, las escuelas de arte dramático no satisfacen las necesidades actuales de este sector, que busca encauzar sus capacidades creativas fuera de las enseñanzas regladas, más allá de sus habilidades artísticas: el teatro aplicado, en palabras de Nina.
Tras la intervención de Lucía y Nina, se abrió un debate en el que participaron varios de los presentes y se habló de políticas culturales, etiquetas, segmentación de públicos, programas europeos de intercambio, centros de formación externos versus enseñanzas oficiales y un largo etcétera que no fue más que el preludio de la mesa de debate que tendríamos el sábado, pero eso os lo contaremos en la próxima entrega.