Cansado de que lo rechacen de todos los teatros, el artista de variedades más pequeño del mundo decide montar el suyo propio, y no sólo lo hace acorde a sus medidas, sino que también le pone ruedas para llevarlo a todos los rincones del mundo. Feliz de poder mostrarnos sus habilidades, este diminuto artista nos invita a sumergirnos en una atmósfera mágica confirmando, una vez más, que lo bueno viene en frasco pequeño. Sin duda un espectáculo que nunca olvidarás.